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Combate la alergia primaveral
En primavera llega el buen tiempo , la gente sale a la calle y las terrazas se llenan... Sin embargo, esta estación del año no trae consigo únicamente cosas buenas. Para muchos la primavera es sinónimo de astenia y de alergia . Entrando un poco más de lleno en la alergia al polen, también conocida como polinosis, afecta a cerca de 8 millones de españoles, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Crónica (SEAIC), y se da con mayor frecuencia en ambientes urbanos que rurales ya que la contaminación atmosférica favorece su efecto.
Qué es la alergia y qué es el Polen
Una alergia es una respuesta inmunológica o defensiva frente a una sustancia que, por norma general, no provoca ningún tipo de reacción en la mayoría de las personas.
El origen de una alergia no está pues en el elemento que la produce, sino en el individuo que la padece. Este término fue acuñado en 1906 por el Doctor Clemens von Pirquet.
¿Qué causa las alergias primaverales?
Las alergias aparecen cuando el sistema inmunológico de una persona considera ciertas proteínas, llamadas alérgenos, como gérmenes o cuerpos extraños. Desarrollar una alergia y luego experimentar un ataque de alergia es un proceso de dos partes. El paso inicial ocurre cuando el cuerpo se encuentra con el alérgeno por primera vez y crea anticuerpos que se adhieren a tipos específicos de células. Este proceso, llamado sensibilización, prepara al cuerpo para un ataque de alergia la próxima vez que experimente el alérgeno. Cuando esto sucede, las células liberan histaminas, sustancias químicas que causan síntomas desagradables como estornudos, tos y erupciones en la piel.
Los diferentes alérgenos causan problemas a diferentes personas. Las causas más comunes de alergias primaverales incluyen polen de árboles y del césped, esporas de moho e insectos.
Los síntomas de la alergia primaveral pueden variar de una persona a otra, pero generalmente incluyen:
- Estornudos repetidos
- Congestión nasal
- Picazón en la nariz, ojos, garganta y/o piel
- Ojos llorosos y rojos
- Tos y sibilancias
- Fatiga y somnolencia
- Dolor de cabeza
- Conjuntivitis
- Picor en nariz, garganta y paladar
- Congestión nasal y estornudos
- Dificultad para respirar, tos y pitidos. Este conjunto de síntomas es conocido como asma polínico
Estos síntomas pueden ser leves o graves y pueden durar varias semanas o incluso meses, dependiendo de la duración de la temporada de polen en tu área y de la gravedad de tus síntomas.
Consejos para evitar la alergia estacional o primaveral
Los alérgicos al polen pueden empezar a sufrir los efectos de la floración y polinización incluso antes de la llegada del buen tiempo y la primavera. A modo de curiosidad te diremos que es más frecuente que las personas que viven en entornos urbanos desarrollen alergia al polen, ya que la contaminación potencia la capacidad del polen de provocar alergia. Con lo que en las zonas rurales los efectos son menos notorios que en las ciudades. Por lo que vivir en el campo podría mejorar considerablemente los síntomas de tu alergia.
Es posible tomar algunas medidas preventivas que nos ayuden a minimizar los efectos de la alergia al polen. A continuación te exponemos algunas de las más eficaces para evitar sufrir los efectos de la primavera:
En el exterior usa siempre gafas de sol para proteger tus ojos del polen.
Si viajas en coche evita llevar las ventanillas abiertas. Así no se colarán en tu coche partículas de polen.
Extrema la limpieza de tu hogar durante la primavera.
Evita practicar ejercicio físico al aire libre. Apuesta por hacerlo en casa o en ambientes cerrados con buena ventilación.
Cierra las ventanas de tu casa para evitar que entre el polen.
Ten siempre a mano la medicación necesaria para combatir los efectos de la alergia. Y si viajas al extranjero llévala siempre contigo.
Consulta los niveles de polen con aplicaciones móviles específicas. Y también los de contaminación. Ambos te darán una idea clara de la calidad del aire en tu ciudad o localidad.
- Cama y ropa de cama. Cubre las almohadas, los colchones y los somieres con fundas antiácaros del polvo. Lava las sábanas, las fundas de almohada y las mantas por lo menos una vez a la semana con agua caliente a 130 °F (54 °C) como mínimo. Retira, lava o cubre los edredones. Reemplaza la ropa de cama de lana o de plumas con materiales sintéticos.
- Pisos. Retira las alfombras y ten pisos de madera dura o de linóleo y tapetes lavables. Si esa no es una opción posible, utiliza alfombras de pelo corto en lugar de alfombras de pelo largo y límpialas todas las semanas con una aspiradora que tenga un filtro para partículas pequeñas o un filtro altamente eficaz para partículas suspendidas (HEPA, por sus siglas en inglés). Lava frecuentemente la alfombra con champú.
- Cortinas y persianas. Ten cortinas lavables hechas de algodón liso o tela sintética. Reemplaza las persianas horizontales por persianas tipo rodillo lavables.
- Ventanas. Cierra las ventanas y utiliza el aire acondicionado durante la temporada de polen. Limpia el moho y la condensación de los marcos de las ventanas y los alféizares. Coloca ventanas de doble vidrio si vives en una zona de clima frío.
- Mobiliario. Elige sillas, tocadores y mesitas de noche de cuero, madera, metal o plástico fáciles de limpiar. Si es posible, no tengas muebles tapizados.
- Desorden. Retira los objetos que acumulan polvo, como chucherías, adornos de mesa, libros y revistas. Guarda los juguetes, juegos y peluches de los niños en recipientes de plástico.
- Mascotas. Si no encuentras un nuevo hogar para tu perro, gato u otra mascota que tenga pelo, al menos mantén a los animales fuera del dormitorio. Bañar a las mascotas por lo menos una vez a la semana puede reducir la cantidad de alérgenos en la caspa que eliminan. No dejes que el animal te lama.
- Filtración de aire. Elige un filtro de aire de partículas pequeñas o un filtro HEPA. Intenta acomodar el filtro de aire para que dirija el aire limpio hacia tu cabeza cuando duermes.
- Plantas. Busca un nuevo hogar para las plantas en macetas o coloca grava para acuario sobre la tierra para ayudar a contener el moho.
- Chimeneas. Evita el uso de chimeneas o estufas a leña, ya que el humo y los gases pueden empeorar las alergias respiratorias. La mayoría de las chimeneas de gas natural no provoca este problema.
- Cocina. Instala y usa un extractor de aire con sistema de ventilación para eliminar los vapores de la cocción y reducir la humedad. La mayoría de las campanas de cocina simplemente filtran las partículas pero no las despiden al aire libre.
- Fregadero. Lava los platos a diario. Limpia el fregadero y los grifos para quitar el moho y los restos de alimentos.
- Refrigerador. Limpia la humedad excesiva para evitar la aparición de moho. Desecha los alimentos vencidos o enmohecidos. Vacía y limpia regularmente la bandeja de goteo y limpia o reemplaza los sellos de goma con moho alrededor de las puertas.
- Alacenas y mesadas. Limpia las alacenas y las mesadas con detergente y agua. Revisa las alacenas que se encuentran debajo del fregadero para detectar filtraciones de plomería. Guarda los alimentos, incluso el alimento de las mascotas, en contenedores cerrados.
- Desperdicios de comida. Coloca la basura en un recipiente con tapa a prueba de insectos y vacíalo a diario. Mantener la cocina libre de migas de comida ayudará a reducir la posibilidad de que tengas roedores o cucarachas.
- Ventilación. Instala y usa un extractor de aire para reducir la humedad mientras te bañas o te duchas.
- Paredes. Quita el papel tapiz e instala azulejos, o pinta las paredes con pintura esmaltada antimoho.
- Ducha y bañera. Seca con una toalla la bañera y las mamparas después de usarlas. Limpia el moho de la bañera, la ducha y los grifos con blanqueador. Limpia o sustituye las cortinas y las alfombras de baño que tengan moho.
- Inodoro y lavabo. Retira el moho de los accesorios de plomería con un trapo. Repara las pérdidas.
- Cimientos, ventanas y huecos de escaleras. Busca y repara cualquier fuente de pérdida o daño por agua.
- Calidad del aire. Usa un deshumidificador para reducir la humedad y límpialo una vez por semana.
- Almacenamiento. Almacena artículos de colección y ropa en recipientes de almacenamiento de plástico.
- Secador de ropa. Ventila la humedad al aire libre.
- Temperatura y humedad. Las casas calurosas y húmedas son ambientes ideales para que se presenten los ácaros del polvo y el moho. Mantén la temperatura entre 68 °F (20 °C) y 72 °F (22 °C) y la humedad relativa a no más de un 50 %. Limpia o reemplaza los filtros de partículas pequeñas en la calefacción central, los sistemas de refrigeración y en los aires acondicionados al menos una vez al mes.
- Plagas. Controla las cucarachas y los ratones con trampas económicas que se consiguen en la ferretería. Si no son eficaces, contrata a un profesional en control de plagas. Para eliminar los residuos de ratones e insectos que provocan alergia, aspira las alfombras minuciosamente y lava las superficies duras. Para prevenir una nueva plaga, sella las grietas u otras entradas posibles.
- Moho. Cierra las puertas y ventanas cuando el clima es cálido, y usa aire acondicionado y deshumidificadores. Elimina los materiales contaminados que no se pueden lavar, como las alfombras. Limpia los materiales lavables con una solución de lejía de cloro al 5 % y usa una mascarilla protectora cuando limpies el moho. Comprueba que el techo y los techos no tengan goteras.
- Rutina de limpieza semanal. Pasa una mopa húmeda en los suelos de madera o linóleo y aspira las alfombras. Usa una aspiradora con un filtro de partículas pequeñas o un filtro de aire de partículas de alta eficiencia (HEPA, por sus siglas en inglés). Usa un paño húmedo para limpiar otras superficies, incluidos los marcos de las puertas, alféizares y marcos de las ventanas. Si tienes alergias, usa una máscara antipolvo o pide a alguien que no tenga alergias que lo haga.
- Fumar. No permitas que se fume dentro de tu casa.
CÓMO INFLUYE LA FLORA INTESTINAL
Es imprescindible cuidar la pared intestinal, sus mucosas y la microbiota para que puedan realizar adecuadamente sus funciones: garantizar la absorción de nutrientes, actuar como barrera frente a patógenos y generar sustancias beneficiosas para el organismo.
Si disminuimos la hipermeabilidad intestinal y garantizamos que el intestino cumpla con su función de protección, no habrá una respuesta inmunitaria exagerada frente al polen.
Además, cuando el intestino es capaz de llevar a cabo su cometido, también ayuda al hígado con sus funciones durante los meses previos a la polinización, desde finales de invierno.
CÓMO FAVORECER LA SALUD INTESTINAL
Es indispensable cuidar la microbiota, pues no solo mejora el estado de la pared intestinal, sino que sintetiza nutrientes como la vitamina K o el grupo de las vitaminas B que favorecen la digestión de los alimentos y la absorción de los nutrientes.
Para mantenerla en buen estado se puede tomar una combinación de probióticos y prebióticos (col fermentada, kéfir, kombucha...) y alimentos ricos en fibras prebióticas (espárragos, ajo, alcachofa, cebolla...).
Aemás, se puede mejorar el estado de la pared intestinal con la ingesta de un suplemento de L-glutamina, un aminoácido que ayuda a la reparación del intestino, porque es un alimento para sus células. Las coles lo contienen, además de ser ricas también en desintoxicantes y antioxidantes
CLAVES PARA AYUDAR AL HÍGADO
Cuidar la función hepática para evitar que este órgano tan importante esté sobrecargado también es esencial, así que los meses previos a la polinización es aconsejable seguir una dieta depurativa rica en verduras y hortalizas de hoja verde, semillas germinadas y caldos de apio, nabo, cebolla.
Son recomendables los alimentos amargos (alcachofas, endibias, rúcula o escarola), alimentos desintoxicantes como el brócoli y las infusiones de boldo, fumaria y diente de león, entre otras.
Para evitar la saturación del hígado que favorece las alergias también es importante reducir el consumo de grasas refinadas.
Finalmente, recuerda que la ansiedad y el estrés provocan la liberación de hormonas que afectan al intestino y a la inmunidad. Come con calma y aprende a gestionar las situaciones de estrés, que puede actuar como un desencadenante.
Aquí te presento cinco alimentos que pueden ayudar a combatir los síntomas de la alergia primaveral:
- Cúrcuma: La cúrcuma es una especia que se utiliza comúnmente en la cocina india y asiática. Contiene un compuesto llamado curcumina, que se ha demostrado que tiene propiedades antiinflamatorias y antihistamínicas, lo que puede ayudar a reducir la inflamación y los síntomas de la alergia. Puedes agregar cúrcuma a tus comidas como una especia o tomarla como un suplemento.
- Jengibre: El jengibre es otra especia que se ha utilizado tradicionalmente para tratar las alergias. Contiene compuestos antiinflamatorios y antioxidantes que pueden ayudar a reducir los síntomas de la alergia. Puedes agregar jengibre fresco a tus comidas o hacer una infusión de té de jengibre.
- Frutas y verduras ricas en vitamina C: La vitamina C es un antioxidante que puede ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo. Las frutas y verduras ricas en vitamina C, como las naranjas, los kiwis, las fresas, las espinacas y los pimientos, pueden ayudar a reducir los síntomas de la alergia.
- Pescado: El pescado es rico en ácidos grasos omega-3, que tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a reducir los síntomas de la alergia. El salmón, el atún y la caballa son buenas opciones de pescado rico en omega-3.
- Té verde: El té verde contiene compuestos llamados catequinas, que tienen propiedades antiinflamatorias y antihistamínicas. Puedes tomar té verde caliente o frío para ayudar a reducir los síntomas de la alergia.
- Miel: La miel es un ingrediente natural que se ha utilizado durante mucho tiempo para aliviar los síntomas de la alergia. Contiene pequeñas cantidades de polen, lo que puede ayudar al cuerpo a desarrollar tolerancia alérgica. Además, la miel tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden ayudar a reducir los síntomas de la alergia.
- Ajo: El ajo es un alimento rico en quercetina, un antioxidante con propiedades antihistamínicas y antiinflamatorias. Además, el ajo tiene propiedades antibacterianas y antivirales que pueden ayudar a prevenir infecciones respiratorias que pueden empeorar los síntomas de la alergia.
- Cebolla: Al igual que el ajo, la cebolla es rica en quercetina, lo que le da propiedades antihistamínicas y antiinflamatorias. Además, la cebolla tiene propiedades antibacterianas y antivirales que pueden ayudar a prevenir infecciones respiratorias.
- Aceite de oliva: El aceite de oliva es rico en ácidos grasos monoinsaturados, que tienen propiedades antiinflamatorias. Además, el aceite de oliva contiene antioxidantes que pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo y mejorar la salud del sistema inmunológico.
- Yogur: El yogur es rico en probióticos, que son bacterias beneficiosas para la salud del intestino. Estos probióticos pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y reducir la inflamación en el cuerpo. Además, algunos estudios han demostrado que los probióticos pueden ayudar a reducir los síntomas de la alergia.
Hay varios suplementos que se pueden utilizar para ayudar a combatir los síntomas de la alergia primaveral. Aquí te presento algunos:
- Vitamina C: La vitamina C es un antioxidante que puede ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo. Además, se ha demostrado que puede ayudar a reducir los síntomas de la alergia. Se puede tomar como suplemento o se puede obtener de fuentes naturales como frutas y verduras.
- Quercetina: La quercetina es un flavonoide que se encuentra en muchos alimentos vegetales. Tiene propiedades antihistamínicas y antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir los síntomas de la alergia. Se puede tomar como suplemento o se puede obtener de fuentes naturales como cebollas, manzanas y bayas.
- Probióticos: Los probióticos son bacterias beneficiosas para la salud intestinal que pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y reducir la inflamación en el cuerpo. Algunos estudios han demostrado que los probióticos pueden ayudar a reducir los síntomas de la alergia. Se pueden encontrar en forma de suplementos o en alimentos fermentados como el yogur y el chucrut.
- N-acetilcisteína (NAC): La NAC es un antioxidante que puede ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo. Además, se ha demostrado que puede ayudar a reducir los síntomas de la alergia al aumentar los niveles de glutatión en el cuerpo, un antioxidante que ayuda a proteger contra el daño celular. Se puede tomar como suplemento.
- Omega-3: Los ácidos grasos omega-3 tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir los síntomas de la alergia. Se pueden encontrar en alimentos como el pescado, las nueces y las semillas, o se pueden tomar como suplemento
- Vitamina D: La vitamina D es importante para el sistema inmunológico y puede ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo. Algunos estudios han demostrado que la deficiencia de vitamina D puede estar relacionada con un mayor riesgo de desarrollar alergias. Se puede obtener a través de la exposición al sol, pero también se puede tomar como suplemento.
- Zinc: El zinc es un mineral esencial para el sistema inmunológico y puede ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo. Además, se ha demostrado que puede reducir los síntomas de la alergia, como la congestión nasal y los estornudos. Se puede obtener de alimentos como carnes, mariscos, legumbres y nueces, o se puede tomar como suplemento.
- Magnesio: El magnesio es otro mineral esencial que puede ayudar a reducir los síntomas de la alergia al reducir la inflamación en el cuerpo. Además, se ha demostrado que puede ayudar a relajar los músculos y mejorar la calidad del sueño, lo que puede ser beneficioso para las personas que experimentan síntomas de alergia como la congestión nasal. Se puede obtener de alimentos como frutos secos, granos enteros y verduras de hoja verde, o se puede tomar como suplemento.
- Bromelina: La bromelina es una enzima que se encuentra en la piña y que tiene propiedades antiinflamatorias. Se ha demostrado que puede reducir la inflamación en las vías respiratorias y mejorar los síntomas de la alergia, como la congestión nasal y la tos. Se puede tomar como suplemento.