Cuida la nutrición desde la infancia
La nutrición infantil es una rama de la nutrición que se enfoca en las necesidades nutricionales de los niños desde el nacimiento hasta la adolescencia. Es importante asegurarse de que los niños reciban una nutrición adecuada para promover un crecimiento y desarrollo saludables.
La lactancia materna es una fuente muy importante de nutrición para los bebés. La leche materna contiene todos los nutrientes necesarios que un bebé necesita para crecer y desarrollarse saludablemente durante los primeros meses de vida, incluyendo proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales. Además, la leche materna también contiene anticuerpos que pueden ayudar a proteger a los bebés contra enfermedades y infecciones. La lactancia materna también puede promover un vínculo emocional fuerte entre la madre y el bebé. La Organización Mundial de la Salud recomienda que los bebés reciban exclusivamente leche materna durante los primeros seis meses de vida, y que se siga amamantando junto con la introducción de alimentos sólidos durante al menos el primer año de vida.
A partir de los 6 meses, se pueden introducir alimentos sólidos en la dieta del bebé de manera gradual. Los signos que indican que el bebé está listo para comenzar con alimentos sólidos incluyen la capacidad de mantener la cabeza erguida, sentarse con apoyo y mostrar interés en la comida. Se recomienda comenzar con alimentos blandos y fáciles de digerir, como puré de frutas o verduras, y luego introducir gradualmente otros alimentos saludables. Siempre bajo la recomendación del pediatra.
Los niños necesitan una variedad de nutrientes para un crecimiento y desarrollo saludable:
- Proteínas: Las proteínas son esenciales para el crecimiento y la reparación de los tejidos del cuerpo.
- Carbohidratos: Los carbohidratos son la principal fuente de energía del cuerpo y son importantes para el funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso.
- Grasas: Las grasas son importantes para el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso, y también son una fuente importante de energía.
- Vitaminas: Las vitaminas son esenciales para una variedad de procesos corporales, incluyendo el crecimiento y la función inmunológica.
- Minerales: Los minerales son importantes para la formación de huesos y dientes fuertes, y también son esenciales para la función nerviosa y muscular.
- Fibra: La fibra es importante para mantener un sistema digestivo saludable y para prevenir el estreñimiento.
Hay varias cosas que puedes hacer para asegurarte de que tu hijo esté comiendo una dieta equilibrada y saludable:
- Ofrecer una variedad de alimentos saludables: Asegúrate de ofrecer una variedad de frutas, verduras, proteínas magras, granos enteros y lácteos bajos en grasas para proporcionar todos los nutrientes importantes que tu hijo necesita.
- Evitar alimentos procesados y azúcares añadidos: Limita los alimentos procesados, azúcares añadidos y grasas saturadas y trans que se encuentran en alimentos procesados como galletas, papas fritas y refrescos.
- Involucrar a tu hijo en la preparación de alimentos: Permitir que tu hijo participe en la preparación de alimentos puede aumentar su interés y entusiasmo por los alimentos saludables.
- Establecer horarios regulares de comida: Establece horarios regulares para las comidas y los bocadill
- os para evitar la tentación de comer alimentos poco saludables.
- Ser un buen modelo a seguir: Asegúrate de que estás comiendo una dieta saludable y equilibrada para que tu hijo vea que es importante.
- Consultar con un profesional de la salud: Si tienes preguntas específicas o preocupaciones acerca de la nutrición de tu hijo, consulta con un pediatra o nutricionista para obtener asesoramiento y orientación personalizados.
Para promover una buena salud, se deben evitar o limitar los siguientes alimentos y bebidas en la dieta de un niño:
- Comida rápida y comida chatarra: La comida rápida y la comida chatarra contienen altos niveles de grasas saturadas, sal, azúcares refinados y calorías vacías.
- Bebidas azucaradas: Las bebidas azucaradas como los refrescos y las bebidas energéticas contienen altos niveles de azúcar y calorías vacías, lo que puede contribuir al aumento de peso y otros problemas de salud.
- Snacks procesados: Los snacks procesados como las papas fritas, las galletas y los dulces contienen altos niveles de grasas saturadas, azúcares refinados y calorías vacías.
- Carnes procesadas: Las carnes procesadas como el tocino, las salchichas y las hamburguesas procesadas contienen altos niveles de grasas saturadas y sodio.
- Comida frita: La comida frita, como las papas fritas y los Nuggets de pollo, contiene altos niveles de grasas saturadas y calorías vacías.
- Jugos de frutas procesados: Los jugos de frutas procesados contienen altos niveles de azúcar y calorías vacías y no proporcionan la fibra y otros nutrientes que se encuentran en las frutas enteras.
Los suplementos nutricionales pueden ser recomendados para los niños en ciertas situaciones, como:
- Deficiencias nutricionales: Si un niño tiene una deficiencia de un nutriente en particular, como hierro, vitamina D o vitamina B12, puede ser necesario un suplemento para ayudar a aumentar los niveles de ese nutriente.
- Alergias o intolerancias alimentarias: Si un niño tiene alergias o intolerancias alimentarias que limitan su capacidad para obtener ciertos nutrientes de los alimentos, se pueden recomendar suplementos para ayudar a cubrir esas necesidades nutricionales.
- Dietas restringidas: Si un niño sigue una dieta restringida por razones religiosas, culturales o personales, pueden ser necesarios suplementos para ayudar a cubrir las necesidades nutricionales que no se están obteniendo de la dieta.
- Enfermedades crónicas: Si un niño tiene una enfermedad crónica que afecta su capacidad para absorber o utilizar ciertos nutrientes, pueden ser necesarios suplementos para ayudar a cubrir esas necesidades nutricionales.