La piel es el órgano más grande del cuerpo humano, en un adulto promedio posee una superficie aproximada de 2 metros cuadra
dos y pesa alrededor de 5 kg. Se trata de un órgano vivo con capacidad de regenerarse, es impermeable, resistente y flexible, respira y se mantiene activo las 24 horas del día realizando todo tipo de acciones fundamentales para nuestro organismo, la piel es un órgano vital para el cuerpo humano.
La exposición excesiva al sol puede causar daño en el ADN de las células de la piel y reducir la producción de colágeno, lo que puede llevar a la formación de arrugas, manchas y pérdida de elasticidad en la piel. Además, los rayos UV pueden causar inflamación en la piel y suprimir el sistema inmunológico de la piel, lo que puede aumentar el riesgo de infecciones y cáncer de piel.
La piel esta formada por 3 capas :
Epidermis: Es la capa externa de la piel y la principal barrera entre el cuerpo y el exterior, ella nos defiende del crecimiento de bacterias, hongos y los rayos UVA. Como carece de flujo sanguíneo, se nutre de las capas inferiores de la piel. Mediante un proceso de sus células, se renueva totalmente cada más o menos 48 días.
Dermis: Es la capa intermedia, gruesa, fuerte y elástica, nos protege de los traumatismos y regula la temperatura corporal. Por su composición celular y estructuras nerviosas sentimos frío, calor, dolor y cosquillas.
Hipodermis: Es el tejido subcutáneo, se utiliza principalmente para almacenar grasas, debido a esto, se desempeña manteniendo la temperatura corporal.
La función de la piel:
Protege: Funciona como barrera protectora frente al exterior gracias a sus complejos mecanismos celulares e inmunológicos, nos cuida de enfermedades, temperaturas extremas y lesiones como golpes y quemaduras. Ella selecciona y filtra lo que resulta dañino para nuestro organismo y toma lo que es beneficioso.
Regula el metabolismo y la temperatura corporal: Impide la salida de líquidos, células y otras sustancias imprescindibles para el cuerpo, contribuyendo enormemente a mantenernos hidratados y saludables. Mediante su capacidad de evaporar el agua de nuestro organismo, elimina sustancias nocivas y mantiene regulada la temperatura de nuestro cuerpo.
El sentido del tacto: A través de las terminaciones nerviosas de la piel, el cuerpo recibe todos los estímulos que nos genera el tacto. En un solo centímetro cuadrado de piel hay más de 5000 receptores sensitivos, que envían la información instantáneamente al cerebro, quien decide cómo actuar en base al estímulo.
Sintetiza Vitamina D: Al exponerse directamente al sol, la piel es capaz de absorber lo necesario para generar esta vitamina, que no abunda en los alimentos y se ocupa de mantener saludables a los huesos y tejidos óseos del cuerpo.
Protege la piel externa e internamente :
- Proteger la piel externa:
- Usa protector solar: aplica un protector solar con un SPF de al menos 30 y reaplica cada dos horas o después de sudar o nadar. Los rayos UV pueden penetrar en la piel y dañar las células, lo que puede llevar a quemaduras solares, envejecimiento prematuro de la piel, manchas oscuras y un aumento del riesgo de cáncer de piel. El SPF indica cuánto tiempo la piel puede estar expuesta al sol antes de quemarse en comparación con la piel sin protección. Por ejemplo, si una persona tarda 10 minutos en quemarse sin protección solar, aplicar un protector solar con un SPF 30 le permitiría estar expuesta al sol durante 300 minutos (10 minutos x 30 SPF).
- Usa ropa protectora: usa ropa de protección solar con tejidos transpirables y de secado rápido para proteger la piel de la exposición directa al sol. Algunos ejemplos de tejidos de protección solar incluyen el nailon, el poliéster, el rayón y la seda artificial. Busca ropa que tenga un factor de protección ultravioleta (UPF) de al menos 30. El UPF indica cuánta radiación UVB y UVA penetra en el tejido y llega a la piel. Cuanto mayor sea el UPF, mayor será la protección.
- Usa sombreros y gafas de sol: usa un sombrero de ala ancha y gafas de sol con protección UV para proteger la piel de la cara y los ojos. Los rayos UV pueden penetrar en la piel y dañar las células de la piel, lo que puede llevar a quemaduras solares, envejecimiento prematuro de la piel, manchas oscuras y un aumento del riesgo de cáncer de piel. Además, los rayos UV pueden dañar los ojos y aumentar el riesgo de cataratas y otros problemas oculares. Es importante elegir un sombrero con un ala ancha que proporcione una mayor cobertura. Es importante buscar gafas de sol con lentes polarizadas y un alto nivel de protección UV. Las gafas de sol con lentes polarizadas reducen el deslumbramiento y mejoran la claridad visual en condiciones de luz brillante.
- Proteger la piel internamente:
- Hidrátate adecuadamente: La hidratación es muy importante para la piel porque ayuda a mantenerla suave, tersa y saludable. La piel está compuesta principalmente de agua, por lo que cuando no se hidrata adecuadamente, puede volverse seca, agrietada e incluso inflamada. Además, la piel seca puede aumentar el riesgo de infecciones y otros problemas de la piel. La hidratación ayuda a mantener la piel suave y elástica, lo que la hace menos propensa a arrugas y líneas finas. También ayuda a prevenir la piel seca, especialmente durante los meses de verano cuando la exposición al sol y al clima cálido y seco puede resecar la piel.
- Come alimentos ricos en antioxidantes: Incluir alimentos como frutas y verduras, pescado y frutos secos, té verde y tomates puede ayudar a mantener la piel saludable y protegida contra los daños del sol , reduciendo inflamación. Sin embargo, estos alimentos no reemplazan la necesidad de usar protector solar y tomar otras medidas de protección solar adecuadas.
- Limita el consumo de alcohol y cafeína: el alcohol y la cafeína pueden deshidratar la piel, lo que puede hacerla más susceptible al daño solar. Cuando la piel está deshidratada, pierde su elasticidad y se vuelve seca, lo que puede hacer que las arrugas y las líneas finas sean más visibles. Además, la deshidratación puede provocar que la piel se agriete y se descascare, lo que puede aumentar el riesgo de infección. El consumo excesivo de alcohol puede causar inflamación en todo el cuerpo, lo que puede provocar enrojecimiento, hinchazón y erupciones en la piel. La cafeína puede aumentar la producción de cortisol, una hormona del estrés que puede causar inflamación y dañar la piel. Te recomienda moderar el consumo de alcohol y cafeína y mantener una buena hidratación para mantener una piel saludable y prevenir el daño solar.
- Toma suplementos de protección solar: algunos suplementos pueden ayudar a proteger la piel de los rayos UV y reducir la inflamación en la piel. como por ejemplo:
Vitamina D: Tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación en la piel.
Vitamina C: Ayudar a reducir la inflamación en la piel y promover la producción de colágeno.
Vitamina E: Ayudar a reducir la inflamación en la piel y promover la curación de la piel.
Omega-3: Ayudar a reducir la inflamación en la piel y mejorar la hidratación de la piel.
Probióticos: Ayudar a mejorar la salud de la piel al equilibrar las bacterias en el intestino y reducir la inflamación en todo el cuerpo.
Polypodium leucotomos: Se ha demostrado que aumenta la resistencia de la piel a la radiación UV y disminuye la producción de radicales libres que dañan la piel.
Glutation: Ayudar a reducir la inflamación en la piel y promover la curación de la piel.
Zinc: Ayudar a proteger la piel de los daños causados por los rayos UV y reducir la inflamación en la piel y promover la curación de la piel.
Selenio: Ayudar a proteger la piel de los daños causados por los rayos UV. También puede ayudar a reducir la inflamación en la piel y promover la curación de la piel.
El colágeno: Ayudar a mejorar la hidratación de la piel, reducir la apariencia de arrugas y mejorar la elasticidad de la piel.